A todos nos gusta la pasta, y si es fresca más todavía. Lo importante de una pasta fresca rellena, es el relleno 😉 Bromas a parte, personalmente nos gusta que el relleno sea tan sabroso que no necesite salsa alguna. Aunque podemos acompañar la pasta con la salsa que más nos guste, o con una sencilla salsa de tomate. En esta receta el relleno es de queso, durante la cocción de la pasta se derretirá, y estallará en nuestra boca todo el relleno. ¡Viiiiva la pasta rellena! Atreveos con otros rellenos, degustar y nos contáis. Rellenos de mariscos, quesos, verduras… tenemos multitud de posibilidades.

Raviolis de jamón, queso y nueces

⌇ Preparación: 50′
◷  Raciones: 6
⥯  Dificultad: media

Ingredientes

• pasta fresca de huevo (ver receta aquí)
• mantequilla

Para el relleno:

• 150 gr queso blanco de untar natural
• 120 gr jamón serrano picado
• 100 gr queso parmesano o curado rallado
• un puñado de nueces en trocitos
• una cucharada de orégano

Receta

Para empezar esta receta tenemos que tener preparada la receta básica de pasta fresca al huevo que podemos ver aquí.

En esta receta vamos a realizar los raviolis con un relleno de queso, jamón serrano y nueces. Las cantidades para el relleno van a variar según lo generosos que seamos al rellenar el ravioli. Siempre me gusta realizar un poco de más para tenerlo preparado en caso de que me falte un poco. Para realizar el relleno basta con mezclar todos los ingredientes en un bol.

Ya habremos dejado reposar la masa de pasta fresca, exactamente siguiendo la receta que podemos encontrar aqui. Empecemos a trabajarla la masa, enharinar la superficie de trabajo y extenderla con la ayuda de un rodillo lo más fina que podamos. Si tenemos en casa una máquina para pasta será perfecto, ya que podemos dejarla muyyy fina, y con menos esfuerzo. Cuando vayamos a cocer la pasta ésta va a aumentar su volumen, así que si contamos desde el principio con una buena masa fina será lo mejor. El resto del proceso os lo podeis imaginar con las imágenes siguientes, aún así tenéis la explicación del proceso más abajo.

Estirar la masa , repartir bolitas de relleno, y poner otra lámina de masa por encima. Cortar con el molde que hayamos elegido cada bolita. Intentar centrar el relleno, para evitar sorpresas 😉 Retirar la masa sobrante y volver a empezar con ella de nuevo.

Poner a hervir agua con un pellizco de sal, cocer la pasta durante 5 minutos. Probar alguno para comprobar que esté bien cocida la pasta. Veremos que aumentan su volumen un poquito, de ahí a la insistencia de trabajar bien la masa, seguro que podéis dejarla un poquito más fina, que nosotras en esta ocasión. A veces se está más pendiente de los ingredientes, las cantidades, la luz, las fotos… que de otros detalles muy importantes.

Cualquier buena salsa de tomate es digna de acompañar a los raviolis que hemos preparado. Particularmente cuando el relleno que hacemos tiene tanto sabor propio me gusta simplemente dorarlos con mantequilla. ¡La salsa de nuestra pasta está en el relleno!

Para ésto ponemos una cuchara de mantequilla en el fondo de la sartén y esperamos a que se funda por completo, añadimos la pasta fresca rellena y la doramos un poco. Ahora basta con rallar un poco de queso parmesano por encima y ya tenemos nuestro plato de pasta totalmente casera.

¡¡El relleno de nuestros raviolis se os va a deshacer en la boca!!