Pavlova de kiwi y fruta de la pasión

Estas navidades en casa de nuestros padres barajábamos varias posibilidades a la hora de elegir algún postre, y uno de ellos era hacer una Pavlova. Como veis nos decantamos por este postre tan sencillo. Tan sólo hay que tener en cuenta un par de trucos, siguiendo la elaboración paso a paso os saldrá de 10 seguro.

El resultado final de la Pavlova sorprende, mientras el exterior es fino y crujiente, el interior es suave y cremoso! 😉

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 Pavlova de kiwi y fruta de la pasión

Preparación: 45′
  Raciones: 8
⥯  Dificultad: media

Ingredientes

  •  300 gr de claras a temperatura ambiente
  • 540 gr de azúcar glas
  • 30 gr de maizena
  • Una cucharada sopera de vinagre de vino blanco
  • 1/2 cucharadita de cremor tártaro
  • Una pizca de sal

Para la decoración:

  • 2 yogures griegos azucarados
  • 4 piezas de la fruta de la pasión
  • 2 kiwis amarillos
  • 1 kiwi verde

Receta

Precalentamos el horno a 180ºC.

Para comenzar pesar las claras y ponerlas en el vaso de la batidora o del robot de cocina. Empezar a batir a velocidad lenta, pasado un minuto, integrar el cremor tártaro y el pellizco de sal. El cremor tártaro es más fácil de conseguir de lo que imagináis, lo encontramos en los sobres de gaseosa que usamos para hacer postres y sustituir la levadura. Uno de los sobres es el cremor tártaro!

Montar las claras a punto de nieve, cuando tengamos a punto la elaboración añadir poco a poco a cucharadas el azúcar que habremos mezclado con la maizena, no dejar de remover hasta que nuestro merengue luzca blanco, brillante y con gran consistencia.

Cuando tan solo quede un minuto para acabar el merengue añadimos el vinagre. Apartamos! Es importante en el paso del azúcar añadirlo poco a poco, ya que si lo hacemos de golpe las claras de bajan.

En un papel vegetal de cocina, dibujar un circulo con la ayuda de un plato con el diámetro que deseemos. Dar la vuelta al papel y empezar a poner en el el merengue, con la ayuda de una cuchara. Poner todo en el centro e ir dándole la forma que nos guste. Nosotras le hemos dejado una pared alta a los lados, pero es importante dejar la parte superior un poco más baja, es decir aplastar un poquito el merengue en el centro, para que cuando suba el merengue no haya un derrumbe.

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Una vez que tenemos nuestro disco de merengue listo, lo metemos en el horno y bajamos la temperatura a 125ºC con calor arriba y abajo durante 30 minutos, pasado el tiempo lo bajaremos a 100ºC durante una hora.

El momento del fin del horneado es decisivo, ya que no podemos abrir el horno. Nosotras lo hicimos por la noche, y hasta el día siguiente por la mañana no abrimos el horno, si vosotros no lo hacéis así, saber que antes de abrir el horno hay que dejarlo enfriar por completo.

Vayamos con las frutas! La decoración de la Pavlova hay que hacerla cuando vayamos a presentarla ya que si humedecemos la «costra» crujiente media hora antes de la presentación pues dejará de ser crujiente y perderá toda su gracia.

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Nosotras hemos elegido el kiwi y la fruta de la pasión, por su intenso sabor y sus colores. Esto es sencillo, tan solo tenemos que batir los yogures con unas barillas y verterlos encima de nuestra Pavlova, acto seguido trocear el kiwi y ponerlo encima del yogur. Cortar la fruta de la pasión por la mitad y poner el contenido en un bol, remover y poner encima de tooooda nuestra Pavlova. Nosotras aquí tuvimos un percance, y es que hubo un pequeño derrumbe, pero que está igual de rico!!

Notas:

Podemos sustituir la fruta por la que más nos guste, frutos rojos con mermelada y yogur por ejemplo puede ser un buen plan! 😉

Nosotras hemos elegido hacer una gordita como base, pero podéis hacer varias pavlovas más finas e intercalar el relleno que elijáis.

 

 

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