El bizcocho de yogur es el bizcocho de los bizcochos y el clásico de los clásicos. Es perfecto para desayunar o merendar, y además, es una receta sencilla que puede servir como base para elaborar otras recetas, como una tarta Baklava, que publicaremos en breve. En esta ocasión, nuestro bizcocho de yogur lleva el zumo de un pomelo. Éste le da un singular sabor que comienza ácido y nos amarga al final. Pero por supuesto, le podemos poner cualquier cosa: un puñadito de frutos secos, pepitas de chocolate, fruta en trocitos, incluso podemos cambiar el yogur natural por el sabor que más os guste.

Bizcocho de yogur y pomelo

⌇ Preparación: 50′
◷  Raciones: 8
⥯  Dificultad: baja

Ingredientes

Receta

Esta receta es básica, y su elaboración es sencillísima.

Primero ponemos el horno a calentar a 180ºC. Para empezar, en un bol incorporamos los 3 huevos con el azúcar y batimos bien. Cuando esté bien integrado añadimos el yogur, el aceite y el zumo de pomelo y volvemos a batir. Para acabar, añade la harina tamizada junto con el sobre la levadura.

Untamos de mantequilla un molde apto para horno, le espolvoreamos harina y le vertemos la masa del bizcocho. Ahora, tan sólo queda esperar a que el horno haga su trabajo y en cuestión de 30 ó 40 minutos lo tendremos listo.

Cuando esté bien cocinado el bizcocho, dejadlo templar y… ¡a comer!

Sugerencias y consejos:

Para aportar más sabor y aroma, podéis rallar la piel del pomelo, sin llegar a la parte blanca para que no amargue.
Para saber que está bien cocido el bizcocho, tendremos que clavar un cuchillo o brocheta de madera en él y comprobar que salga seco. Si por el contrario está húmedo, tendremos que dejarlo unos minutos más.